La revista de moda "Smoda", publicó un artículo sobre Ashley, una recopilación de distintas entrevistas que se le han hecho anteriormente
Ashley Greene: "Fui modelo, puedo hacer cualquier cosa en tacones"
En Hollywood la ingenuidad es solo apariencia. Pero no en el
caso de Greene. Cuanto más se suelta, más se descubre la niña cándida que es en
realidad. Creció en Florida, hija de un exmarine y una agente de seguros. Tenía
17 años cuando se mudó a Hollywood por su cuenta. Admite que al principio fue
duro, en parte porque estaba más centrada en las fiestas que en el trabajo. «No
era una locura, pero llegó un punto en el que no estaba yendo a ninguna
audición. Aparecía demasiado en las revistas, saliendo de discotecas. Me di
cuenta de que era un error cuando mi madre me preguntó: «¿Es por esto por lo
que quieres ser conocida?».
Decidió que no y cambió de dirección. Después de unos años
con pequeñas apariciones en televisión, consiguió una prueba en una película de
vampiros. Era un proyecto tan confidencial que ni siquiera recibió el guion. La
primera audición era para el papel de Bella, pero volvieron a llamarla para
interpretar a Alice, un personaje con el que se identificó nada más leer los
libros. «Conectaba con ella en muchos aspectos, sobre todo en la pasión por la
moda». Una faceta que también explota en su último proyecto, la producción
televisiva Americana, donde interpreta a una diseñadora. De hecho, Greene
empezó su carrera como modelo. «Fue el motivo por el que vine a
Hollywood».También ha supuesto una gran ayuda para caminar sobre tacones de 15
centímetros en la alfombra roja, que ha conquistado por mérito propio: hasta
hace poco ella misma elegía sus vestidos. Entre sus favoritos, los ceñidos
diseños de Dolce & Gabbana y los empinados tacones de Jimmy Choo, fieles a
su estilo sexy pero clásico. Imagen de DKNY, la firma joven de Donna Karan –«me
encanta que diseñe para mujeres reales con curvas», asegura–, también es
conocida por conquistar al cantante Joe Jonas. Pero ese tema prefiere evitarlo.
«No quiero que haga sombra a mi carrera». A pesar de sus esfuerzos, Crepúsculo
es un fenómeno mediático, y los rumores son un daño colateral. «Hay gente a la
que se le da bien mantener al margen su vida privada. Yo no soy una de ellas».
Aunque intenta mejorar. Sus normas: «Evitar clubes nocturnos, restaurantes de
moda y besos en público».
Las reglas del juego. Es fácil entender por qué la actriz se
impone tal autocontrol: el público sigue todos sus movimientos. Este año se
estrena la quinta entrega de la saga, Crepúsculo: Amanecer Parte 2, y a estas
alturas Greene ha aprendido a anticipar algunos momentos pintorescos con los
fans de la película. «A los chicos los bombardean con ropa interior, sobre todo
a Taylor [Lautner]». A Robert Pattinson le han pedido un mordisco en más de una
ocasión. Y a Greene la han sorprendido en la puerta de su casa preguntando por
Alice Cullen. La actriz habla del reparto de la película como si fuera una
familia, y de Pattinson como el «hermano rarito». Aunque se burla –con cariño–,
reconoce la ayuda de Pattinson («un actor fantástico») y el resto del casting a
la hora de lidiar con la fama. «Todos éramos desconocidos, pasamos por esa
locura juntos», dice. Admite que, gracias a esos devotos seguidores, su carrera
ha despegado: este año protagoniza el thriller The Apparition y la comedia LOL.
Pero le preocupa el impacto que tiene su presencia constante en los tabloides a
la hora de conseguir un papel. «Es un arma de doble filo», explica. «Me choca
que genere más expectación verme salir del gimnasio que la película que estoy
estrenando».
Con paso lento, pero seguro, Greene ha aprendido a manejar
la fama. «Es fácil dejarse llevar por el glamour, pero ahora mi objetivo es
afianzar mi nombre en Hollywood», explica. No todo son fiestas y fans. Los
últimos años bajo los flashes le han dado la experiencia suficiente para mirar
atrás con cierta madurez, pero no la soberbia para olvidar los malos tragos.
Ninguno de ellos fue tan vergonzoso como los desnudos que circularon por
Internet. Aunque ahora se ríe, confiesa que fue devastador. Había ganado un
Teen Choice Award y empezaba el rodaje de Eclipse cuando filtraron las fotos.
«Estas situaciones te obligan a ver las cosas con perspectiva, porque no
importa si eres famoso o no. Metí la pata, yo sola».
Fuente: Smoda.elpais
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